Recorrer la Península MITRE es lo más parecido a viajar a otro mundo. Uno encuentra en la Mini expedición Faro San Pio lo más agreste, salvaje y prístino de la Patagonia. Es realmente increíble pensar que todavía quedan lugares así en el mundo, y uno de ellos es aquí, en tierra del fuego. 

De las expediciones que organiza nuestra agencia, este multi day es uno de las mas cortas de las expediciones y puede ser una buena forma de comenzar a aventurarse en este mundo de salidas con campamento, salidas que te acercan mas y mas a lo que pocos llegan, alejándonos de las multitudes y conectándonos con nosotros mismos. La desconexión con el mundo es total, pero la conexión con nosotros mismos y la naturaleza es absoluta. No es esto lo que buscamos hoy en día con toda la tecnología que nos rodea

La aventura comienza en Ushuaia donde Patagon (después de haber organizado una rigurosa logística) lo recibirá un día antes de la salida para revisar y chequear lo que tenemos en nuestras mochilas con el fin de que se optimice las cargas, evacuar dudas y charlar de la dinámica de la Mini Expedición Faro San Pio. 

El día tan esperado de la partida, bien temprano por la mañana partiremos en nuestro vehículo disfrutando el amanecer fueguino que generalmente tine los cielos de colores sorprendentes. La ruta nacional 3 nos llevará por valles de la cordillera de los andes que nos sorprenderá con su exuberancia. Nos sorprenderá el Canal Beagle nuevamente ya en frente al pueblo chileno Puerto Williams y seguiremos transitando por la ruta J Dende la historia nos envolverá cruzando la Estancia Harberton (primera estancia de Tierra del Fuego) y parajes que son dignos de leyendas. Luego de 3 horas finalizamos el viaje a motor en el destacamento de Prefectura Naval Moat donde ahora sí, comenzamos nuestra aventura a pie. 

Chequeo de mochila, breve entrada en calor y puesta a punto de nuestro cuerpo, carga de mochilas y comienzo de la mini Expedición. 

El primer día, es el momento que nuestra mente y cuerpo se adaptará al terreno (que no es fácil de leer), ya que es particular. Turba, pasto, agua, arena, piedras y demás obstáculos forman un terreno que decimos que se trata de Montañismo Horizontal (como decía el gran escalador Messner sobre las planicies de la Antártida en su recorrido en solitario)

Y así ligero pero sin prisa iremos recorriendo las costas de la península hasta nuestro primer vadeo, el Río Chico. Este río no presenta grandes dificultades normalmente pero en días de mucha lluvia suele subir el nivel del caudal y da pelea para cruzarlo teniendo que buscar un pasaje más arriba que ya conocemos. Luego se continúa por la playa, cruzando el rancho de Patti (gaucho que vivió por años en el lugar) hasta llegar hasta nuestro primer campamento La Mesita. Este lugar es particular ya que es un bosque en galería de guindos achaparrados, algo que hace de protección ante los violentos vientos provenientes del oeste en tiempo de tormenta. Luego de preparar el terreno y colocar cada carpa en un buen lugar, merendaremos viendo en el Canal Beagle, el soplido de las ballenas y quizá si tenemos suerte, algunos delfines Australes alimentándose en aguas menos profundas. El sonido del mar dejara llevar nuestros pensamientos a lo más profundo del sueño patagonico. 

Por la mañana, luego de un suculento desayuno de campamento, partiremos por las costas llenas de accidentes geográficos dignos de un cuento escrito en Escocia. Cuatro horas tardaremos en recorrer esta maravilla de lugar para llegar a un puesto de estancia abandonado llamado Casa Vieja. En este lugar habitó una familia llamada Boscovich a mediados del siglo xx, dejando en su legado estas construcciones que hoy podemos admirar y ya son parte del paisaje. Existía hace mucho tiempo la casa principal, en la que vivía dicha familia y que surco tantos años capeando el tiempo de estas latitudes. Hoy solo queda un pequeño refugio de cuatro paredes, un techo y una salamandra que ofrece protección a los caminantes que allí llegan al finalizar su jornada. Los alrededores son de un pasto al estilo golf y una bahía bondadosa que mira al Este. 

Colocaremos las carpas en este lugar, obviamente colocando la entrada al mar, no solo por esta protegida al viento sino porque nos ofrece una vista única el atardecer y amanecer para los que quieren disfrutar de un espectáculo único. Así terminamos nuestro segundo día luego de una muy buena cena para recomponer fuerzas. 

Por la mañana partiremos a nuestro objetivo final, con poco peso ya que dejaremos carpas y elementos de cocina en Casa Vieja. Esto ayudará a llevar un paso ligero para ahorrar fuerzas para la vuelta. 

Pasaremos una de las bahías más lindas de la travesía y comenzaremos a ascender por un camino armado hace un siglo atrás por los que, con mucha destreza y coraje, hicieron el Faro que hoy podemos admirar. Imaginense cargar bloques de granito, cemento, herramientas y vaya a saber que más por esta pendiente que es digna de cualquier ascenso a una montaña. Si bien es corta, ofrece resistencia a los caminantes. Hoy en día, gracias a la audacia de unos caminantes que abrieron nuevamente la senda, podemos acceder por ella sin problemas. 

Y ahí, como salido de una de las mejores leyendas o cuentos épicos, está el Faro San Pío, sobre un acantilado de pasto alto azotado por los vientos del oeste de Tierra del Fuego. En el mar, como alentando el alcance de nuestra meta, soplidos de ballenas por doquier (obviamente esto no es seguro de ver, pero hasta el momento, luego de muchas expediciones, no hubo una que no viéramos ballenas), cóndores volando y el mar abierto mostrándonos el horizonte tan buscado por los que habitan esta tierra. El Faro San Pio es un pequno Faro de 10 metros, con una entrada para resguardar baterías y herramientas. Fue construido hace mas de 100 anos, en 1920.. por la armada argentina en 3 días *(chequear). 

Luego de pasar un buen rato admirando y sintiendo el lugar, volveremos sobre nuestros pasos hacia Casa Vieja y luego por la tarde hacia campamento La Mesita donde pasaremos nuestra última noche. 

Alejados de todo, comenzaremos nuestro día con los últimos pasos hacia donde comenzamos esta aventura para luego volver a Ushuaia en la van.

Sin dudas, esta experiencia de cuatro días es una aventura que se convertirá en uno de los trekkings multy days en el futuro de Patagonia Sur. Un clásico imperdible y único que quedará grabado a fuego sobre nuestros corazones.