
En el extremo sur del continente americano, donde la cordillera de los Andes se sumerge en el océano, existe un paraíso inexplorado para los amantes del esquí de travesía y el splitboard: Tierra del Fuego, Ushuaia. Esta región no solo ofrece una experiencia de montaña única, sino que redefine lo que significa esquiar en la naturaleza más salvaje y remota del planeta.
1. Nieve de calidad inusual en latitudes extremas
Con su clima frío y húmedo por la cercanía al mar, Ushuaia cuenta con una nieve seca y liviana que se mantiene en buenas condiciones durante gran parte del invierno. Lo notable es que esta calidad se mantiene incluso a baja altitud, ya que muchas líneas comienzan cerca del nivel del mar. Esto permite hacer ascensos relativamente cortos con grandes recompensas.
Las nevadas frecuentes, el viento que forma interesantes acumulaciones y la orientación sur de muchas laderas crean condiciones ideales para descensos memorables. Incluso en los días en que no cae nieve nueva, las bajas temperaturas conservan el polvo, brindando jornadas que parecen sacadas de un viaje a Japón o Canadá, pero sin necesidad de helicóptero ni largas caminatas.
Obviamente, como en todos lados la nieve cambia con el clima y pueden existir días de nieve dura o compacta. Esto hace que el esquiador tiene que tener buena adaptabilidad para todo tipo de condiciones en un ambiente único.

2. Esquí mirando al mar: un espectáculo natural
Una de las experiencias más impactantes es esquiar con el canal Beagle de fondo. En varias travesías, especialmente en zonas como el Glaciar Martial cerro Godoy, el cerro Bridges, Cerro Le Cloche, es posible disfrutar de vistas al mar desde la cima o incluso durante el descenso hasta el límite de vegetación (aproximadamente a los 500 msnm)
Este contraste entre mar y montaña es algo extremadamente raro en el mundo del esquí. Solo en lugares como Noruega o algunas islas del Ártico se vive algo parecido, pero en Tierra del Fuego se suma el ingrediente del bosque subantártico, que enmarca las líneas con lengas nevadas y brinda una sensación de aislamiento total.

3. Soledad y exploración: la montaña es solo para vos
A diferencia de centros de esquí masivos o lugares populares de backcountry, en Tierra del Fuego, la montaña sigue siendo un terreno de exploradores. Hay días en los que podés hacer una cumbre, trazar una línea y no cruzarte con absolutamente nadie. No hay filas, ni apuros, ni ruido. Solo vos, tus compañeros y la inmensidad blanca.
Esto también significa que hay mucho por descubrir. Aunque algunos sectores son los más frecuentados por los locales, gran parte del terreno sigue siendo virgen, y las posibilidades de abrir nuevas rutas o líneas son enormes.
Recuerdo innumerables travesías de 3 o 5 días de duración por los valles fueguinos con los esquís puestos en los pies y la mochila cargada, no hay mejor sensación en el mundo que aventurarse en terreno nevado de esta forma y a lo desconocido!

4. Esquiar a pocos minutos de Ushuaia
Esto también es algo único. Poder salir de tu casa a la mañana, ir al glaciar martial y estar 2 horas en la cumbre, bajar un glaciar hasta el auto e irte a trabajar! ¡Esto no tiene precio! Los desniveles son cortos en Tierra del Fuego. Obviamente tiene lo bueno como tiene lo malo. Pero hacer este tipo de actividades, en medio de la semana laboral es único.
También si sos turista y venis a esquiar, este factor esta buenisimo porque significa que podes hacer mas de 2 bajadas en el día si estás mínimamente entrenado. Así que a esquiar!
Sin dudas Tierra del Fuego es el lugar para elegir como destino de Esquí de Travesía y Splitboard para tu próxima temporada. Nosotros somos especialistas en esta actividad, ¡te podemos guiar por los mejores lugares!